martes, 27 de abril de 2010

Impresiones Propias y Ajenas

Mirta Ventura (*)
Octubre 2009


Respecto a las elecciones presidenciales en el Uruguay, he leído la nota escrita por Santiago O`Donnell en Página12, del 25 de Octubre “Otro país”. Transmite una diferenciación cualitativa entre éste, nuestro país y el Uruguay. La balanza de la calidad, está inclinada claramente, hacia el Uruguay. Elogia del país hermano, sus modales, sus prolijidades y valora, entre otras cosas, que no se haya hablado de las Pasteras, por no provocar disensos. Todos saben que sea o no ilegal y/o perjudicial para el medio ambiente y salud, los uruguayos lo van a defender porque se trata de una controversia con otro país. De todos modos, cabe recordar que muchos de los que ahora no lo mencionan para no hacer ola, fueron fervientes opositores con argumentos fuertes en contra de la instalación de las polémicas Pasteras.

En otro artículo, en el mismo diario, en el mismo día, Eduardo Galeano habla de los derechos cercenados de los uruguayos que no habitan en su suelo al no permitírseles votar. Habla de la expulsión de éstos, condenados al exilio por la falta de trabajo y oportunidades y pone su esperanza en el resultado de los dos plebiscitos que simultáneamente a las elecciones presidenciales, se votarían, justamente en este 25 de octubre: Plebiscito por la anulación de la ley de Caducidad y Plebiscito por el voto epistolar.

Pero no, la sociedad uruguaya votó en contra en estos dos plebiscitos. La esperanza fue frustrada. Han elegido no terminar con la impunidad, y que uno de cada cinco uruguayos no tengan derecho a emitir su voto.

En Argentina esta problemática ya fue superada. Los compatriotas que se han ido del territorio por distintos motivos, no son discriminados y los autores de delitos de lesa humanidad no gozan de impunidad.

Dice Santiago O’Donnel, en dicha nota: “Hay otra historia, otra gente, acá nomás, cruzando el charco”.

Dice el dicho popular: “Si no se rompen huevos, no hay tortilla”.

Cada uno tiene sus características, valías y carencias. Nosotros, en estos últimos años, estamos caminando, no tan correctos, no tan engolados, pero proteicos y quizás varios pasos adelante de muchos. Si nos quisiéramos un poco más seríamos capaces de ver a Argentina, a los argentinos, en este momento en el concierto mundial, haciendo historia y de la buena.

Dice el gran Juan Gelman en “El juego en que andamos”:

“Si me dieran a elegir, yo elegiría esta salud de saber que estamos muy enfermos, esta dicha de andar tan infelices.
Si me dieran a elegir, yo elegiría esta inocencia de no ser un inocente,esta pureza en que ando por impuro.
Si me dieran a elegir, yo elegiría este amor con que odio, esta esperanza que come panes desesperados.
Aquí pasa, señores, que me juego la muerte”.




(*) Licenciada en Física (UBA), 1974
Instituto Nacional de Tecnología Industrial INTI, (1974-1981)
Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas CONICET, (1981-1988)
Comisión Nacional de Energía Atómica CNEA, (1984- 1995)
Autoridad Regulatoria Nuclear ARN, (1995-2009)

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