miércoles, 15 de junio de 2011

Hipocresía

Nosotros tenemos nuestra moral y la defendemos...

Mirta Ventura (*)
Junio 2011

El ataque a Hebe es, claramente, una gran hipocresía

No tienen límites, no tiene pudor. Se muestran como lo que son.
Los llamados medios “independientes”. Sí. Independientes de las circunstancias, independientes de los valores que hacen a nuestra identidad. Usan un hecho lamentable como lo es el fraude de Sergio Schoklender a la Fundación Madres de Plaza de Mayo. Se relamen en encontrar alguna punta para atacar a Hebe de Bonafini, de allí a la Fundación, entonces a toda la política de derechos humanos (gran baluarte del espacio gobernante), y más allá al bocado principal, el Gobierno Nacional.

Tienen la hipocresía de decir, con dedo en alto, “hay que investigar hasta las últimas consecuencias”, como si alguien no quisiera saber qué es exactamente lo que sucedió. No se los ve reclamar exhaustiva investigación a maniobras muy dudosas realizadas por funcionarios del gobierno de la ciudad en donde está implicado mucho dinero ni a equívocos negociados que involucran a los grandes grupos monopólicos.

Los partidos del campo progresista y de izquierda no se pronuncian. No fueron capaces de decir, con esto no, con esta Institución no se jode. Es tanta la ceguera opositora al Gobierno Nacional que aunque ataquen a algo que deben sentir, por derecho propio, suyo, no defienden. No se trata de defensa ciega, es defender a quienes han asumido los hechos y con infinita grandeza no han claudicado, ni cesado de luchar sin revanchas, egoísmos ni personalismos, ante la gran afrenta cometida en la dictadura militar. No embisten contra quienes quieren dar por terminado el tiempo de los derechos humanos en la Argentina. Algunos han pedido la intervención a la Fundación.

Es tanta la obcecación por oponerse que viendo que las mediciones no le dan combatiendo al proceso actual por más progresismo, se unen con el poder real en contra de lo hecho, y se posicionan con el poder mediático en contra de los derechos humanos. Al atacar a Hebe, nos atacan a todos. A todos los que de alguna manera estamos en el Campo Nacional y Popular. A todos los que tenemos conciencia militante. No tenemos necesidad de aclarar que muchas veces el arrojo de Hebe en su lenguaje directo, sin tapujos, sin frenos, nos han parecido políticamente no correcto, porque el símbolo, la obra, la ideología sin fisuras de ella nos hace tomarla así, magnífica, como es. Toda la simbología que ella representa nos contiene y nos pertenece.

Que la justicia investigue este episodio es lo que corresponde, pero nadie debe pensar que por que haya sido necesario investigar, es malo que el gobierno haga contribuciones para la construcción de viviendas sociales, ni que está mal que las Madres hayan considerado que parte de los derechos humanos es tener una vivienda digna hecha por trabajadores con trabajo digno y que tengan talleres de enseñanza y estén agremiados. Que se ocupen que jóvenes salgan de la droga y hagan la escuela primaria y secundaria. Es también loable que hayan creado una Universidad con acceso a la cultura para la concurrencia popular, con cursos de teatro para detenidos que salen de su encierro para su clase y vuelven, y una radio con voz propia. No está mal que Hebe confíe en la recuperación de los seres humanos aunque a veces pueda fallar.

Que se relaman porque quieren hacer ver que este triste suceso es una raja para el Gobierno, no los deja en un digno lugar. Defiendan lo que hay que defender. Hoy van por los derechos humanos, mañana, como ya lo han manifestando, van por Aerolíneas Argentinas, y así seguirán.

Compañeros “progre” sacúdanse. Una cosa es ser opositor y otro es claudicar. Es difícil volver de la indignidad. Les han robado su moral. Nos atacan a todos porque quieren imponer una sola moral. Nosotros tenemos la nuestra y la defendemos. Atacar a Hebe es, claramente, una gran hipocresía.


(*) Licenciada en Física (UBA), 1974
INTI, (1974-1981)
CONICET, (1981-1988)
CNEA, (1984- 1995)
ARN, (1995-2010)

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