La Patria es el otro...
Mirta Ventura
Septiembre 2017
Parece
trivial o elemental querer a la Patria, sin embargo, no siempre la ideología
que vive en el interior de muchos ciudadanos permite que, este sentimiento
genuino que parece natural, se instale efectivamente en sus mentes. No son
conscientes de este abandono y si se les preguntara dirían en forma refleja,
que sí aman la Patria, aunque en sus elecciones y comportamientos provocan
perjuicio a esa Patria.
Claro
está que esto se produce por el accionar premeditado de todos los poderes
dominantes, siempre presentes, que actúan desde afuera y desde adentro de los
países, para que esto suceda. De no ser así no se comprendería cómo mucha gente
vota en contra de los intereses de su país aunque se beneficie individualmente,
y otros, humildes, votan en contra de sus conveniencias.
Emancipación
Quizás
se hace necesario, aunque sea bien sabido, marcar la diferencia entre ser
“nacionalista”, en países dominantes o en países dependientes, como lo somos
los países latinoamericanos, entre otros. El amor a la tierra en que uno ha
nacido y habita, y su defensa es propio de ciudadanos con derechos y
obligaciones pero, en caso de los países dependientes, ser nacionalista
significa que luchamos por la soberanía, por la independencia. A pesar de 1810,
1816, y tantas otras contiendas, periódicamente caemos en gobiernos, como el
que nos gobierna en este momento, que con el argumento de pertenecer al mundo,
nos entregan. No tienen como objetivo que Argentina sea autónoma, que crezca su
producción, su desarrollo tecnológico, sus exportaciones. El sentimiento de
soberanía no lo tienen. No quieren a la Patria.
Ser nacionalista en países
dominantes, por un lado es natural, pero allí no se pelea por la soberanía,
porque ya la tienen, y para tenerla someten a países dependientes, se apropian
de sus recursos naturales, manejan los precios a su conveniencia sin
importarles el destino de tantos pueblos sometidos.
Lo que vivimos hoy en nuestra Patria
Lo que estamos viviendo desde
diciembre de 2015, es el retorno al modelo conservador que destroza la
soberanía, que aniquila los caminos emancipatorios emprendidos en la década
anterior, que profundiza la brecha entre ricos y pobres, que como siempre
ocurre en estos procesos en donde se cercenan derechos, recurren a la represión.
Esto lo hace el PRO acordando con la UCR que gobiernan por el voto popular. Es
realmente nefasto y triste. Hasta tienen apoyo de un sector neoliberal del
Justicialismo. Cuesta explicarlo.
Los empresarios argentinos, muy
alejados de lo que llamábamos empresariado nacional, viven del mercado interno.
Sin embargo aprueban las medidas económicas de este gobierno que afectan
profundamente la actividad comercial interna. Hay muchos trabajadores que
también apoyan a este gobierno aunque se vean cada vez perjudicados
socialmente. No podemos tomar como válidas las posibilidades que, según Esteban
Bullrich se les presentan a los echados de sus trabajos y del sistema, de
reconvertirse en “emprendedores” (conducir drones, fabricar cerveza artesanal).
Actúan sobre los trabajadores
organizados para producir individuos sueltos con problemas, soluciones y
fracasos individuales. Años de organización laboral y social se destruyen convirtiendo
las medidas de protestas colectivas como las movilizaciones y paros en impedimentos
al normal tránsito de los vehículos. El trabajador autónomo no tiene conducta
colectiva, cree él en sus condiciones personales si le va bien. Es el logro de
las políticas que imponen para que desaparezcan los derechos laborales y
sociales, haciéndoles creer a los perjudicados que vivir con individualismo sin
intervención estatal, lo benefician. Terminan votando a favor de perder sus
derechos.
El
ataque es en varios planos, la ciencia argentina es apaleada. El proyecto
Arsat-3, es dejado de lado, despreciando el desarrollo de la ciencia argentina.
Restan presupuesto a la ciencia y técnica, no incluyen a los científicos de
Conicet que ya habían sido aceptados para su incorporación, no respetan las
paritarias docentes. El retroceso es contundente. Y como si fuera poco, con
frivolidad y discurso de secta se proponen profundizar aún más hacia el
individualismo emprendedor que contiene a la mayoría de los funcionarios
nacionales que provienen de empresas que han actuado contra el Estado Nacional
desde siempre.
Además
del historial de causas de corrupción de Macri que venían desde que era
empresario y que se siguieron sumando, ya, como funcionario, estatización de la
deuda privada, cloacas Rousselot, Manliba, importación de autos, quiebra del
Correo Argentino, contrabando de autopartes y varias más, es necesario destacar
el contenido de muchas medidas que este gobierno decidió tomar: al Poder
judicial lo maneja según su conveniencia poniendo y sacando jueces según el
contenido de sus fallos e intenta lo propio con el Consejo de la Magistratura, la
ley de Medios y la ley de Argentina digital dejaron de tener vigencia
simplemente por dos DNU dictados por el Poder Ejecutivo, por decreto fueron
designados jueces de la Corte Suprema de Justicia, Intentaron dejar en libertad
a violadores de derechos humanos aplicando el 2X1, incumplen normas
internacionales, etc. La justicia no está funcionando en esta democracia.
En lo
económico, la inflación es mucho mayor a la que había en 2015, la industria
nacional está en destrucción y, coherentemente, se perdieron miles de puestos
de trabajo y los salarios disminuyeron y todo esto con un endeudamiento
desbordante que compromete a la economía argentina por generaciones y
generaciones.
Además
muchos funcionarios de este gobierno, tienen fortunas no declaradas y con
imposibilidad de justificar. Todo coherente con la clase desde donde vienen,
representan, y para la que gobiernan.
Las
personas que componen a este gobierno, tratan de parecer buenos, correctos,
prolijos, se expresan como pastores o mediadores, pero son corruptos, falsos y
usan para gobernar, a jueces inescrupulosos y represión. Aparecen festejando un
triunfo electoral que no fue, para dar una imagen que no se corresponde con la
verdad. Gobiernan con la mentira.
El país
está pasando un momento de destrucción, de pérdidas de derechos. Las personas,
en su gran mayoría, tienen problemas laborales, habitacionales, pierden
elementos vitales para el normal funcionamiento del hogar como el gas, la
electricidad, el agua. En las libertades y derechos democráticos se ha caído
notablemente, Milagro Sala está ilegalmente privada de su libertad, por
imposición del gobernador de Jujuy, Gerardo Morales y parcialidad de la
justicia, y vivimos uno de los mayores dolores que el pueblo argentino puede
transitar, la desaparición forzada de un ciudadano, Santiago Maldonado. Todo es
desdicha.
Disyuntiva histórica
Estamos
nuevamente ante dos opciones de país, dos modelos que lo fueron desde 1825
cuando Rivadavia venció a la Revolución de Mayo y a sus héroes. Ahora lo
tenemos a Macri, representando al modelo financiero, agroexportador y el modelo
representado por Cristina Kirchner (Unidad Ciudadana en la expresión actual),
que defiende el mercado interior y estimula la Industria Nacional, la Ciencia y
Técnica Nacional, la igualdad de oportunidades priorizando la educación,
fomentando la inclusión social, la igualdad de oportunidades, la tarea conjunta
con otros países latinoamericanos. Individualismo frente a inclusión, servilismo
con los países poderosos frente a la lucha continua por la soberanía. Hoy las
posibilidades son estas.
Como
ocurre asiduamente en nuestro país, para hacer algún proyecto político que se
considere capaz de torcer el camino de derecha que estamos transitando, tenemos
que tratar de entender qué pasa con el peronismo. Hemos tenido desde 1945 a
1955, peronismo con Perón, años en que la inclusión, los derechos sociales se
desarrollaron especialmente, se comenzó con la organización obrera y su
sindicalización, dándole al trabajo la mayor de las importancias, también para
el peón rural, para el trabajo en general. Leyes que amparan al trabajador,
comenzaron en esa época. Se introdujo el voto femenino con igualdad de
derechos. Se nacionalizaron los ferrocarriles, se desarrolló la Industria
Nacional. Marcó una gran diferencia con los que siempre gobernaron para los
ricos. Pero en 1973, el gobierno de Isabel con López Rega, también fue un
gobierno peronista, y la represión de la siniestra Triple A, fue gestada y
ejecutada en ese período. También tuvimos en los 90, el gobierno peronista de Carlos
Menem, que privatizó nuestra Aerolínea de Bandera, el Correo Nacional, YPF,
gobernó en contra de los trabajadores, se perdieron derechos, se bajaron
sueldos y jubilaciones. Entre medio de estos gobiernos peronistas, tuvimos,
militares de derecha, radicales más progresistas y otros más neoliberales.
Todos estos, trabajaron en contra del pueblo.
A partir
de 2003, un nuevo gobierno peronista, El de Kirchner y luego el de Cristina, trabajó
a favor de los argentinos. Es un caso en que las autoridades se movieron más
allá del reclamo de las bases en la recuperación de tantas empresas que fueron
privatizadas, se las nacionalizó, y se las hizo producir. Argentina tuvo un
período importante de emancipación, se favoreció a la industria, a la ciencia y
a la tecnología nacional haciéndonos sentir por primera vez en tantos años,
soberanos. No aceptó lo que quisieron imponer los Fondos Buitre, para pagar la
deuda cuantiosa que dejaron los gobiernos neoliberales anteriores, el peronista
de Menem y el radical de De la Rúa y consiguió arreglar el pago con una
disminución de la deuda del 70%. En ese período la ciencia argentina recobró
prioridad y pudo continuarse con el programa nuclear nacional que había sido
interrumpido en los 80. Se recobró lo ya hecho, muy cuidado por los
trabajadores de Atucha y se pudo poner en marcha la Central Nuclear Atucha II,
que llegó a trabajar al 100% de potencia, También se realizó el Arsat 2, que
permitió no perder una de la órbitas asignada, que le pertenecen a Argentina
desde la cual se pueden establecer comunicaciones a lugares complicados de
nuestro interior profundo. Nos sentimos argentinos, recordamos qué significa
querer a la Patria.
Pero la derecha volvió
El 10 de
diciembre de 2015, ganó las elecciones nacionales, “Cambiemos” compuesto por
Macri, empresario financista, la Coalición Cívica de Elisa Carrió, y
lamentablemente, el radicalismo también involucrado. Es el gobierno neoliberal
por excelencia, de derecha, sin sensibilidad social alguna que va destruyendo
el trabajo realizado durante 12 años progresistas. Los salarios en baja, los
empleos destruidos, la tercerización a manos de privados como método, la baja
en educación pública, la ciencia y el Conicet, devastados, la ampliación de
rutas aéreas a manos de empresas privadas, no respeto a las paritarias, pago
inescrupuloso a los Fondos Buitre, endeudamiento en crecimiento constante
utilizado para el pago corriente, la pérdida de derechos sociales, la
encarcelación ilegal de Milagro Salas, la desaparición forzada de Santiago
Maldonado, la represión a las marchas de protesta ciudadanas, gremiales y
estudiantiles... Un salto atrás contundente, y una curiosidad dolorosa ¿Por qué
los votan?
La Patria es el otro
La
posibilidad más efectiva para combatir este desastre, sería la unión del
peronismo y de los partidos de centro izquierda e izquierda, de todos aquellos
que están dispuestos a defender un gobierno nacional, popular y democrático.
Parece difícil, pero si pensamos que hay algo, lo más importante que tenemos
todos los aquí invocados, que es el convencimiento que lo que queremos para
nuestra Patria son las ideas de izquierda de este momento en Latinoamérica:
Construir un Gobierno, Nacional, Popular y Democrático
“La Patria es el otro", frase que
fue acuñada cuando gobernaba el kirchnerismo, simboliza mucho de lo que ocurría
y de lo que dejó de vivirse con el cambio siniestro que se produjo con
Cambiemos.
Emmanuel
Levinas(*), destacaba que el giro del otro es el giro que falta a la filosofía.
Somos todos iguales, y en lo concreto somos distintos, pero tenemos los mismos
derechos. Somos iguales y somos distintos pero ¿cómo es posible comprender al
otro sin romper su particularidad, la extrañeza? El otro nos constituye, nos destruye, nos ayuda y nos
complica, nos posiciona y nos cuestiona. El
Otro me es necesario para ser yo. No puedo ser yo sin el Otro.
A la luz
de esta cita, me permito interpretar que no es posible construir una patria
democrática, si no se logra asumir que el Otro está en mí, que es parte de mí,
porque yo solo no soy nada. Para hacer la Patria necesito del otro. No hay
nadie que solo, represente a la Patria.
¿Cómo seguir?
Cristina
hizo una Carta Abierta, llamando a la unión de todas las expresiones del
peronismo y progresismo. Rápidamente Massa se expidió en contra y es lógico.
Alguna vez se llamó peronista, pero él y a quienes representa no tienen presente
al Otro. Randazzo, tampoco acepta, otra vez más su individualismo va en contra
del movimiento nacional popular y democrático. Veremos como se va engrosando la
Unidad Ciudadana, que es la tarea hasta el 22 de octubre. Después habrá que
trabajar, discutir, ampliar mentes, para que se llegue a entender que no es lo
mismo que en 2019, vuelva a ganar el neoliberalismos de derecha, que no siente
ni a la Patria ni al Otro, que un Gobierno Nacional, Popular y Democrático, que
desarrolla y aplica las ideas sociales, soberanas, emancipadoras de izquierda,
aunque muchas veces la izquierda se opone. Los
argentinos lo necesitamos. Los argentinos somos todos aquellos que queremos a
Argentina y trabajamos para consolidarla independiente. Somos lo que bogamos
por la Gran Patria Latinoamericana. Somos los argentinos que sentimos La Patria
y al Otro. “La Patria es el Otro”.
Levinas,
Emmanuel: Humanismo del otro hombre. Mexico 1974 (Montpellier 1972)
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