Profundizar
la democracia, ampliar derechos, erigirse como país soberano y discutir ideas,
sería la propuesta deseada.
Mirta Ventura
Febrero 2015
Calumnias
Vivimos días de intensidad
política que no son desconocidos en la historia de los gobiernos populares de
la Argentina y de otros países de Latinoamérica. Se intenta por todos los
medios mostrar un país en decadencia, cuando en profunda declinación lo están
quienes insisten en así describirlo.
La derecha a lo largo
de nuestra historia usó como método para deshacerse de algún gobierno que no
atiende sus pretensiones de elegidos como posibilidad cierta, la calumnia para
desgastar e impedir su normal funcionamiento, y si es posible derrocarlo. Se
llenan la boca con las palabras “justicia, democracia, patria”, pero sin
embargo no quieren esperar a las próximas elecciones y actúan. Con levantamientos militares a las órdenes de
los grandes poderes, como lo hemos vivido, con golpes económicos, con afrentas
y con golpes judiciales, como lo intentan actualmente. No son golpes ni duros
ni blandos, son golpes destituyentes. Son golpes contra las instituciones
democráticas de los gobiernos populares. Lo hicieron con Hipólito Yrigoyen, con
Juan Perón, con Arturo Illia, con Raúl Alfonsín, y ahora lo intentan con
Cristina que no concede y sigue avanzando.
Marcha
18F
Los organizadores de la
marcha eran fiscales y jueces y la mayoría de los que marcharon se opone a toda
democratización de la justicia y a toda reforma, pero la palabra resonante en
la marcha era “justicia”. Tenían a muchos de los responsables del cese y
derivación de la investigación del atentado a la AMIA, allí mismo, pero de
todos modos reclamaban por justicia en abstracto. No fueron a tribunales,
fueron a la Plaza de Mayo. Los gestos hablan. La mentira corroe.
Intentos
destituyentes
A la acción judicial
que ahora impulsa el fiscal Gerardo Pollicita, la llaman, no inocentemente,
“imputación” aunque es una denuncia deficiente, sin pruebas, que no podría ser
considerada judicialmente. Es un nuevo ataque al gobierno democrático para desestabilizarlo.
Instalan condiciones falsas, agraviantes, con violencia verbal y política. Su
fuerza es destructiva porque no hay propuestas ni ideas, es sólo enfrentamiento
al proyecto que funciona en la dirección que pretenden abortar. Instalan el terror
invocando muerte en el país que más hizo para juzgar con gran eficiencia a los
ejecutores de muertes durante la peor dictadura de los 70. Tienen el tupé de
comparar, mostrando sus almas no limpias. El propósito es igual al de 2008 con la
intentona destituyente de la patronal agraria, y al del golpe que sacó de la
presidencia a Fernando Lugo en Paraguay. En nuestro país, afortunadamente, el
gobierno salió para adelante, no claudicó, no retrocedió, por el contrario se
profundizó el proyecto y mucho pueblo se sumó y apoya el rumbo en ascenso.
Los grandes poderes
actúan como siempre sin reparo contra los gobiernos populares de la América
Latina intentando terminar con democracias en crecimiento que se atreven a
pelear por la igualdad de oportunidades y la soberanía. Estos poderes externos
y los serviles internos están decididos a terminar con estos gobiernos. Al
mismo tiempo que nuestro país es atacado con esta operación judicial, han
acechado a los gobiernos de Brasil y de Venezuela. Si tuvieran la posibilidad,
seguramente, tomarían el poder por la fuerza juntando políticos opositores que
no suman votos, aparatos de inteligencia locales y extranjeros, grupos de poder
económicos.
Es de destacar que la
izquierda esta vez no se acopló a esta maniobra claramente de derecha, y es un dato
significante.
No
detenerse, seguir viviendo
Argentina no puede
detenerse. Debe aclararse el por qué estancaron la investigación del ataque a
la AMIA y ahora también debe esclarecerse las razones de la muerte del fiscal
Alberto Nisman. Pero hay cosas muy
importantes que pasan a las que hay que prestar atención. Este año, 2015, es un
año electoral y no están los precandidatos a los distintos puestos ejecutivos y
legislativos hablando de lo que harían si fueran elegidos. Los que ya están en
funciones actualmente, hablan por sus actos. El oficialismo nacional muestra eficacia
en los proyectos de crecimiento en la matriz energética y los extiende por
varios años, tiene plan para manejar la deuda externa también para varios años
por delante, sigue fomentando las paritarias con los gremios, la sustitución de
importaciones es un plan que se sigue proyectando, se reafirma la integración
latinoamericana, se continúa el mejoramiento del transporte ferroviario, se
trabaja para democratizar la justicia etc. La oposición, por el contrario, no
dice nada acerca de sus planes económicos. Pero a juzgar por las continuas
críticas parecería que las privatizaciones y tercerizaciones podrían ser
reconsideradas y las tarifas aumentadas, pero de eso no se habla.
Pedimos al arco
político, oficialista y opositor, que sigamos trabajando par la democracia. Qué
cada espacio político que se presente, explicite sus propuestas para gobernar,
sin eufemismos. El golpe destituyente no le sirve a nadie, ya los vivimos. Los
que quieren volver al país para pocos, que se sinceren, lo dicen porque a ellos
les toca casi toda la torta. Pretextos, y mentiras han sido usados, pero la
verdad es que no aceptan que sean igualmente considerados “ellos” y “la
mayoría”. Profundizar la democracia, ampliar
derechos, erigirse como país soberano y discutir ideas, sería la propuesta
deseada.
l t a
ResponderEliminar