Los símbolos hablan y se conjugan con un gran sentimiento,
el enemigo para todos los luchadores por la patria es el mismo.
Mirta Ventura
Septiembre 2014
Tópicos fundamentales de los
tiempos políticos que vivimos son los entendimientos que se tienen acerca de
las controversias Peronismo- Kirchnerismo, o Peronismo- Progresismo y también
entre jóvenes setentistas y jóvenes de hoy.
Para que sea posible un proyecto
transformador, es necesario que el peronismo y el progresismo puedan
aglutinarse sin evocar a ese peronismo de la economía concentrada,
extranjerizante, creador de pobreza
profunda que bien conocimos en los 90, ni al progresismo que sigue apostando al
cuando peor mejor, o al todo o nada que lo llevó históricamente a posicionarse
con la derecha en cada paso parcial hacia la soberanía y la equidad, tal como ocurre actualmente.
Como
punto de partida para el examen de lo que llamamos “kirchnerismo”, hay que
acordar con la afirmación de que estos años bajo los gobiernos kirchneristas no
son intrascendentes ni complacientes. Desde el 2003 y cada vez más, han sido
enfrentados furiosamente por la oposición política y por corporaciones externas
e internas porque quieren mantener la situación de privilegio que han tenido
cómodamente, y sin cuestionamientos.
Especialmente,
desde la discusión de las retenciones a las exportaciones agropecuarias, las
aguas se dividieron. Las críticas que se hacían con opiniones diferentes,
atendibles en casos, desaparecieron de la escena para dar lugar a lo que hoy
vemos, una y otra vez, para transformarse en si viene desde el gobierno, me
opongo. Esta lógica es alimentada por los medios de comunicación que se
enfrentan en su doble función de ser y representar a los poderes que no aceptan
dejar su omnipotencia y lugar de privilegio que tanto en dictadura como en el
neoliberalismo ocuparon sin restricciones.
En
la oposición a las retenciones, tanto como en muchas otras, como a la
recuperación de las jubilaciones a manos del Estado, al rescate de YPF, a la
ley de abastecimiento o al tratamiento de la deuda y la consecuente ley de pago
soberano, están los directamente afectados en sus intereses particulares y, paradójicamente, algunos movimientos sindicales y sociales de izquierda que
rechazan todo lo que del gobierno venga. Es decir,
que a los sucesos que más tienen que ver con la autonomía, con el desarrollo
independiente y con la defensa de los ciudadanos de a pie frente a las
corporaciones, parte del peronismo (Federal, Sindicatos de Moyano, Barrionuevo
etc) y parte del progresismo (?) (PO, CTA de Michelli, FAUNEN, Pino, Ripoll,
Lozano…) se enfrentan y se ponen cada vez, en la vereda de quienes dicen
combatir, tratando de impedir cada
avance que en ese camino emprende el gobierno. Hasta ahora, nadie de la
oposición propone algo superador, el camino al que aspiran es volver al país
neoliberal respetuoso del imperio y desconsiderado con lo nacional.
El
kirchnerismo viene del peronismo y en sus metas en lo social, en la
industrialización, en la soberanía, es peronismo, pero tiene una particularidad
desarrollada en estos once años que le es propia. En estos años el
kirchnerismo, como se le ha llamado a este movimiento que gobierna, se ha
enfrentado a todo aquello a lo que los gobiernos anteriores, peronistas y no peronistas,
han transado en contra del bienestar del pueblo. La experiencia de este
acontecer puede continuar, lo que implica seguir gobernando para hacer del país
un país que trabaja para adentro, que comprende la importancia de la unión
latinoamericana en la que juega un papel
fundamental y creativo o puede frustrar este quiebre histórico para darle lugar
nuevamente a las mentes corporativas y colonizadas. Tampoco es banal haber
pasado de Punto final y Obediencia debida y de la política del indulto, a la de
Memoria, Verdad y Justicia, ejemplo valorado en el mundo.
Forman
parte del kirchnerismo distintos grupos que provienen de desiguales historias
que no pueden ni deben hacerse cargo del bagaje de los gobiernos peronistas
anteriores al kirchnerismo. Es de las tantas curiosidades que afrontamos los
que conocemos nuestra historia.
de adentro
Los
progresistas de adentro del kirchnerismo defienden y proponen seguir
profundizando los hitos fundantes de este movimiento. Seguirán apostando por
YPF y Aerolíneas Argentinas, por defender el desendeudamiento ejecutado por el
país en todos estos años y por la búsqueda de soluciones económicas que no
involucre volver a endeudarse para sostener el funcionamiento financiero normal
del país, lo que implica también seguir con el concepto de banco central
concordante con el poder ejecutivo y no autónomo. Bregarán por el cumplimiento
de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, por las jubilaciones
estatales, por las universidades nacionales, la educación gratuita nacional, la
asignación universal por hijo mientras haya desocupados, los planes de
viviendas etc. Se proponen seguir con la industrialización, la sustitución de
importaciones y trabajarán para la autonomía energética continuando con los
planes ya en marcha. Es decir, tienen un claro Proyecto de País para ofrecer.
de afuera
Los
progresistas que no son kirchneristas, se han opuesto en todos estos años a
casi todo lo proveniente de este gobierno. Sería de interés saber acerca de
todo lo mencionado en funcionamiento actualmente, qué posición tomarían en caso
de ser el próximo gobierno y cuáles serían los temas que desarrollarían.
El
peronismo que discute su papel y función actual, si se reconoce protagonista
del kirchnerismo es porque le atribuye implícitamente al peronismo la capacidad
de restaurarse en la democracia, rescatada de la dictadura más feroz y de las
democracias más traidoras, cuyo significante esencial es la igualdad. El
peronismo que contiende con el kirchnerismo y se pregunta también por su rol, actual y futuro, no podrá hablar del futuro
si no encuentra el modo de explicarse y revelar el motivo por el cual no ha
trabajado y contribuido positivamente en este período impregnado de luchas y
conquistas que pertenecen al ideario peronista aunque no exclusivamente.
El
Kirchnerismo, viene del Peronismo pero agregó mucho del Progresismo. Como vemos
en nuestra particular historia, esto no permite presuponer nada. Hay peronistas
y progresistas que le dan vida al proyecto kirchnerista, pero hay peronistas
opositores al kirchnerismo que se juntan con lo más conservador de nuestra
tradición y les repele la izquierda. Hay progresistas afuera del kirchnerismo
que, por el contrario, critican al gobierno por no ser más contundente en su lucha
contra las corporaciones. Lo conflictivo es que desde los primeros grandes
enfrentamientos con esos poderes que el gobierno hizo (resolución 125),
sistemáticamente, se han puesto en el lugar en el que se posicionan los
poderosos de adentro, y los de afuera (Fondos Buitre).
Difícil
es imaginar qué es lo que va a pasar. Por ahora, sin anticiparse, se ve que los
acontecimientos significativos impulsados por el Gobierno siguen sucediéndose.
No sabemos tampoco como van a resolverse las grandes encrucijadas que
atravesamos día a día. La dinámica que va tomando el tema del pago de la deuda,
en la que están involucrados los Fondos Buitre, con la adhesión de muchos
países a la política llevada por el Gobierno, no deja de sorprender. Propios y ajenos
se asombran, no solamente por la firmeza y originalidad de la propuesta, sino
por el mensaje claro que deja un país sin gran protagonismo en el mundo (así lo
han considerado), acerca de lo que significa un propósito soberano contundente,
que toma el camino difícil en defensa de una ideología que considera su derecho
a defender en forma soberana las cuestiones que involucran la vida sustentable
de sus habitantes, y no una sumisión de conveniencia, tal lo esperado para el
rol otorgado (aceptado por los buitres de afuera y de adentro) a este país del
Sur, que casi se cae del mapa dibujado por los países del Norte.
Es
importante observar que no siempre lo que es bueno para el país, es decir, lo
que algunos piensan que es bueno y que pareciera difícil no coincidir, como por
ejemplo, en el caso del que hablamos en que Argentina pueda salir airosa de
esta encrucijada e imponga sus condiciones soberanas, es bueno para todos los
argentinos. Está de más resaltar qué dicen los medios de comunicación
corporativos que no informan sino que expresan como acaecimientos lo que consideran conveniente para sus intereses.
Del mismo modo la actuación de los legisladores en el Congreso refleja de qué
lado está cada uno y a quienes pretenden beneficiar. En la votación de la Ley
de Pago Soberano de la Deuda, propuesta por el Ejecutivo para resistir a la
embestida de los Fondos Buitre, en la que se autoriza la substitución del Bank
of New York por Nación Fideicomisos y se permite el pago de la deuda
reestructurada en Buenos Aires, 134 votos fueron a favor del proyecto, 99
votaron en contra y 12 legisladores se abstuvieron. Además de los 118
legisladores del FPV, votaron a favor legisladores del Frente Nuevo Encuentro,
del Movimiento Popular Neuquino, del Frente Cívico por Santiago, un legislador
del Movimiento Solidario Popular de Tierra del Fuego, uno del Radicalismo, una
del Frente de Inclusión Social y uno de Cultura, Educación y Trabajo. Todo el
PRO, el Frente Renovador, el Partido Socialista, el Gen, el Compromiso Federal,
el Frente Cívico de Córdoba, Unión por Córdoba, muchos del Radicalismo y otros
votaron en contra. Hubo abstenciones y ausencias. Muchos de los que votan en
contra o se abstienen, argumentan que no hay que pagar nada, porque es deuda
ilegítima y actúan, sin mirar consecuencias, perjudicando el trabajo de
reestructuración realizado. Nuevamente con distintos argumentos se ponen en la
misma vereda de los que no muestran ningún interés en pelear la autonomía y que
por el contrario bregan por el endeudamiento para poder tener una democracia
condicionada.
Los
jóvenes setentistas, algunos de ellos, tenían estas mismas discusiones. La
diferencia sin embargo, es grandísima. La izquierda y el peronismo tuvieron su
encuentro pidiendo el retorno de Perón y lo concretaron en la Primavera
Camporista, pero duró muy poco y la tragedia fue la vivencia habitual en la
intención de conseguir algo de dignidad en el país. El gobierno peronista que
siguió al de Cámpora, fue nefasto y la dictadura siguiente, lo peor de toda
nuestra historia. Hoy ese encuentro (otra vez, de algunos de ellos) lleva 11
años y tiene propuestas para seguir y, fundamentalmente, los jóvenes de hoy se
manifiestan con alegría para defender y no perder lo que ya se tiene, lo logrado,
para avanzar.
En
el Luna Park, el 12 de agosto, se reunieron Unidos y Organizados junto a miles
de militantes de distintas organizaciones políticas bajo la consigna “Patria o
Buitres”, para apoyar al gobierno en su postura frente a los Fondos Buitre. En
Argentinos Junior el 13 de septiembre,
La Cámpora organizó un encuentro abierto a toda la militancia en la que habló
por vez primera Máximo Kirchner. Cerca de 50 mil jóvenes se manifestaron en
apoyo al proyecto liderado por Cristina bajo la consigna “Buscando el rumbo
irreversible”. Mostraron capacidad de expresión, de convicción, de amor a la
patria, de pertenencia. El Movimiento Evita, con legisladores, intendentes,
dirigentes sociales y políticos el 22 de agosto, participaron de una Asamblea
Popular en la que se proponía aislar a los Fondos Buitre y en la que se
afirmaba que Argentina no se va a poner de rodillas ante nadie. El líder de
este movimiento, Jorge Taiana, propuesto como candidato a presidente, usó la
figura del “Segundo Tomo” para expresar la idea continuar y profundizar lo
hecho para seguir avanzando. Cuando militantes con fuerza y alegría cantaron el
himno nacional, produjeron una escena que disparó un símbolo irrefutable. Debe
ser rescatado por todos aquellos que pensamos que este proyecto tiene que
seguir dando y creciendo después de 2015: Los brazos solidarios en alto de
todos los participantes, algunos con los dedos de una mano en V y otros con el
puño cerrado. Los símbolos hablan y se conjugan con un gran sentimiento, el
enemigo para todos los luchadores por la patria es el mismo. Es lo que
necesitamos.